Protección de una zona amenazada del Amazonas La región de Madre de Dios forma parte del Corredor de Conservación Vilcabamba-Amboró, una de las áreas más grandes con la mayor biodiversidad del mundo. Además de especies en peligro de extinción, como la caoba, el jaguar, el puma, los monos aulladores, los guacamayos y la boa, allí también viven varios pueblos indígenas. Sin embargo, su valioso hábitat se ve amenazado por el proyecto de construcción de la carretera Transamazônica que atraviesa Brasil y Perú. Esto favorece la inmigración en esta zona ecológicamente sensible y los consiguientes desarrollos asociados, como la agricultura y la ganadería. Así se produce una deforestación masiva, como puede verse ya en la parte acabada de la carretera en Brasil. Las numerosas iniciativas de resistencia —p. ej. de grupos ecologistas e indígenas— han impedido hasta ahora que se finalice la sección peruana. Desde el año 2009, nuestro proyecto protege una zona de 100 000 hectáreas y ayuda a las comunidades locales a gestionarla de forma sostenible.
¿Cómo funciona la acción climática con la protección forestal?Los bosques se cuentan entre los almacenes de carbono más importantes del planeta, albergan una enorme diversidad de especies y son el sustento de la vida de todos los seres humanos. Sin embargo, debido al creciente asentamiento de población, a la explotación agrícola, a la tala ilegal y a la extracción de materias primas, la superficie boscosa global se ha contraído mucho en las últimas décadas. Los proyectos de protección de los bosques garantizan su conservación a largo plazo y que se conceda un mayor valor a la protección del bosque que a su deforestación. Los participantes en los proyectos unen sus fuerzas con la población local para proteger la zona frente a las influencias negativas. Para ello, los proyectos generan fuentes de ingresos alternativas y ofertas de formación. Dependiendo de la región donde se lleva a cabo el proyecto, los bosques almacenan un volumen variable de carbono por hectárea. Se almacena una cantidad especialmente considerable de carbono en la vegetación y el suelo de los bosques pantanosos tropicales, los bosques lluviosos primarios o los manglares. Los proyectos de esta tecnología en la cartera ClimatePartner están registrados con
normas internacionales.