Bambú como una eficiente solución para el ser humano y el cambio climáticoNuestro proyecto al este de Nicaragua ha reforestado más de 2361 hectáreas con más de 1 millón de plantas de bambú local; además protege 1000 hectáreas de bosque antiguo. Transformando así un paisaje degradado en un variado ecosistema. Nuestras actividades de reforestación y protección forestal contribuyen a poner freno al calentamiento del planeta; al mismo tiempo fomenta la adaptación al cambio climático, creando microclimas, lo cual permite una economía baja en emisiones que ayuda también a las comunidades que se encuentran en peligro. A diferencia de lo que ocurre con los árboles tradicionales, el bambú es una planta que no muere al cosecharla. En cuanto ha madurado por completo, una vez al año se cosechan de cada planta algunas de sus cañas, mientras que otras más jóvenes siguen creciendo. Así la planta puede almacenar carbono de forma permanente alcanzando una vida de aprox. 80 años. Las fibras de bambú de las plantaciones son la base para una amplia gama de productos más sostenibles, como por ejemplo, el papel higiénico.
¿Cómo funciona la acción climática con forestación, reforestación y recultivo?Los bosques constituyen nuestro fundamento vital y se cuentan entre los acumuladores de carbono más importantes del planeta. No solo ofrecen un hábitat para plantas y animales, sino que también filtran el aire, estabilizan y protegen nuestros suelos, acumulan agua y contribuyen al equilibrio del clima. Sin embargo, debido al creciente asentamiento de población, a la explotación agrícola, a la tala ilegal y a la extracción de materias primas, la superficie boscosa global se ha contraído mucho en las últimas décadas. La forestación, la reforestación y el recultivo incrementan considerablemente la capacidad de un ecosistema para acumular carbono tanto en la biomasa del bosque como en el suelo. La capacidad de acumulación de carbono varía en función de la especie de árbol, la edad y la ubicación. Los expertos distinguen entre las siguientes medidas:
Con la forestación se transforman en superficies boscosas zonas carentes de bosque. Con la reforestación se restablecen superficies boscosas que han sufrido daños o se han talado en el pasado. Con el recultivo se incrementa la densidad de la vegetación. Esto se puede conseguir mediante árboles y arbustos, pero también utilizando otras plantas. Los proyectos de esta tecnología en la cartera ClimatePartner están registrados con normas internacionales.